martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 4:

Mis padres y yo estuvimos una semana entera sin dirigirnos palabra alguna. No es que les estuviera evitando ni nada parecido, pero faltaban ganas para decirnos un simple "buenos días".
Pero ya no lo soporté más, tenía, mejor, necesitaba saber más acerca de mi adopción. Por ejemplo si tenía algún hermano o hermana, de qué hospicio venía, quienes eran mis padres biológicos y si se sabía de ellos...
¿Estarían vivos? ¿Desaparecidos? ¿Seguirían juntos? ... ¿Me habrían buscado? Como me gustaría que al menos lo hubiesen intentado.
Así que una tarde cualquiera al volver del colegio, vi que mis padres estaban juntos en el salón viendo la tele sin verla, haciendo un eterno "zapping" de programas con los ojos fijos en esa caja llena de imágenes pero con la cabeza y los pensamientos en otra parte. Me vieron entrar y despertaron de su letargo. Apagaron la televisión y me pidieron que me sentará, y así hice, dejando mi mochila al lado de la butaca.
  -Dakota, suponemos que te estás haciendo muchas preguntas sobre tu nacimiento...
  -Mamá...
  -Déjame terminar. Hemos recogido toda la información que tenemos sobre ti- dijo señalando un montón de papeles sobre la mesa de los que no me había dado ni cuenta. Sabemos que no es mucha, pero esperamos ayudarte en todo lo que podamos.
Y en ese momento supe que daba igual si no encontraba a mis antiguos padres, tenía unos verdaderos en frente mío que me querían aun que cometa todos los errores de esta vida. Terminamos fundidos los tres en un abrazo que no he olvidado aún.

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