lunes, 18 de abril de 2011

Capítulo 3:

Entramos al salón y nos sentamos en el sofá blanco. Ellos estaban cogidos de las manos, mientras que en la mía se podía ver aún la foto de la niña sonriendo. Silencio incómodo.
  -Dakota... -dijo mi madre suspirando, intentando sonreír, pero sin conseguirlo.
  -Mamá, Papá, solo responderme a las dos preguntas que os he echo antes... ¿Por qué Abie tiene mi foto en su casa? Es... ¿adoptada?
Otro silencio incómodo. Mis padres se agarran con más fuerza las manos y se miran hasta responderme.
  -La foto es de Abie, no tuya...
  -Pero entonces... Yo -no me dejaron terminar la frase.
  -Dakota, solo queríamos regalarte cada una de las sonrisas que nos perdimos, cada diente que te salía, cada vez que te hacías un rasguño, cada vez que tu padre te hubiese cogido en brazos...
No terminaron de contarme nada, dejé caer la foto al suelo y me fui corriendo y con lágrimas en los ojos hacia mi habitación, dónde ya logré llorar como nunca lo he hecho, pegada a mi almohada.
Mis padres no vinieron a consolarme esta vez.
Pero mientras lloraba tomé la decisión de buscar a mis padres biológicos hasta encontrarlos, aun que fuese la última cosa que haga.

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