viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo 6:

  -¿Dakota? ¿Eres tú?
La mujer iba acercándose más y más a mí, muy lentamente, escrutando cada mínimo detalle mis facciones, desde mis ojos a mi boca, desde mi nariz hasta mi pelo, desde mis labios otra vez hasta mis ojos. No sabía que responderla, si decirla la verdad o si mentirla a la cara.
Pero me salió de repente cuando la mujer me abrazó.
  - Sabía que volverías Dakota, estaba segura...
  - Pero, ¿cómo estaba tan segura de que era yo?
  - Por que tienes el mismo brillo en los ojos que cuando eras tan solo un bebe.
  - Lo siento, pero no me acuerdo de ti...
Me miró con expresión divertida  y ladeó la cabeza de una lado para otro sonriendo:
  - Sabía que no te acordarías, eras demasiado pequeña. Soy Elisabeth, y era la que te cuidaba mientras permaneciste aquí.
Era terrible que no me acordase de una mujer que me había cuidado cuando todavía no había sido recogida por mis padres. Me daba muchísima rabia...
Pero ya que había alguien que me conocía debía preguntar.
  - Elisabeth... ¿Sabéis algo de mis padres biológicos?

jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 5:

Aquel fin de semana me decidí y empecé a investigar sobre mi pasado. Fui a visitar el hospicio del que mis padres me habían recogido. Era un edificio más o menos antiguo, se notaba que habían hecho reparaciones pero aún quedaban rasgos que decían que llevaba ahí un largo tiempo. Se llamaba hospicio "San Jean", y su nombre me recordaba a un colegio privado de monjas.
Cuando entré, una agradable mujer que debía de rondar los cincuenta y cinco años y con un rostro que irradiaba amabilidad por todos los rincones de la estancia salió a mi encuentro.
  - ¿Puedo ayudarte en algo?
  - Oh, si, gracias, estoy buscando información sobre m... sobre una chica a la que adoptaron.
  - ¿Me podrías decir su nombre por favor?
  - Se llamaba Dakota.
Los ojos de la mujer se iluminaron al escuchar el nombre.
  - Es... ¿está bien? ¿Como se encuentra? ¿La conoces?- me preguntó con impaciencia.
Me confundió que una mujer de esa edad pudiese decir algo con tanta efusividad. Y además tenía un brillo nuevo en los ojos, el mismo que cuando a un niño se le da un regalo envuelto.
  -Mmmm.. Si, claro, está muy bien.
Pero de pronto sus ojos se quedaron fijos en los míos y solo una palabra salió de su boca:
  - ¿Dakota?

martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 4:

Mis padres y yo estuvimos una semana entera sin dirigirnos palabra alguna. No es que les estuviera evitando ni nada parecido, pero faltaban ganas para decirnos un simple "buenos días".
Pero ya no lo soporté más, tenía, mejor, necesitaba saber más acerca de mi adopción. Por ejemplo si tenía algún hermano o hermana, de qué hospicio venía, quienes eran mis padres biológicos y si se sabía de ellos...
¿Estarían vivos? ¿Desaparecidos? ¿Seguirían juntos? ... ¿Me habrían buscado? Como me gustaría que al menos lo hubiesen intentado.
Así que una tarde cualquiera al volver del colegio, vi que mis padres estaban juntos en el salón viendo la tele sin verla, haciendo un eterno "zapping" de programas con los ojos fijos en esa caja llena de imágenes pero con la cabeza y los pensamientos en otra parte. Me vieron entrar y despertaron de su letargo. Apagaron la televisión y me pidieron que me sentará, y así hice, dejando mi mochila al lado de la butaca.
  -Dakota, suponemos que te estás haciendo muchas preguntas sobre tu nacimiento...
  -Mamá...
  -Déjame terminar. Hemos recogido toda la información que tenemos sobre ti- dijo señalando un montón de papeles sobre la mesa de los que no me había dado ni cuenta. Sabemos que no es mucha, pero esperamos ayudarte en todo lo que podamos.
Y en ese momento supe que daba igual si no encontraba a mis antiguos padres, tenía unos verdaderos en frente mío que me querían aun que cometa todos los errores de esta vida. Terminamos fundidos los tres en un abrazo que no he olvidado aún.

lunes, 18 de abril de 2011

Capítulo 3:

Entramos al salón y nos sentamos en el sofá blanco. Ellos estaban cogidos de las manos, mientras que en la mía se podía ver aún la foto de la niña sonriendo. Silencio incómodo.
  -Dakota... -dijo mi madre suspirando, intentando sonreír, pero sin conseguirlo.
  -Mamá, Papá, solo responderme a las dos preguntas que os he echo antes... ¿Por qué Abie tiene mi foto en su casa? Es... ¿adoptada?
Otro silencio incómodo. Mis padres se agarran con más fuerza las manos y se miran hasta responderme.
  -La foto es de Abie, no tuya...
  -Pero entonces... Yo -no me dejaron terminar la frase.
  -Dakota, solo queríamos regalarte cada una de las sonrisas que nos perdimos, cada diente que te salía, cada vez que te hacías un rasguño, cada vez que tu padre te hubiese cogido en brazos...
No terminaron de contarme nada, dejé caer la foto al suelo y me fui corriendo y con lágrimas en los ojos hacia mi habitación, dónde ya logré llorar como nunca lo he hecho, pegada a mi almohada.
Mis padres no vinieron a consolarme esta vez.
Pero mientras lloraba tomé la decisión de buscar a mis padres biológicos hasta encontrarlos, aun que fuese la última cosa que haga.

martes, 12 de abril de 2011

Capítulo 2:

Al día siguiente mi dolor de cabeza fingido se convirtió en un constante pinchazo de dolor en las zonas temporales de mi cabeza. Me sentía terriblemente mal, por lo que mis padres decidieron que me quedase en casa y no les acompañase a una comida que habían acordado una semana atrás con unos amigos de la familia. Me fastidió bastante, ya que iba a ver a una amiga mía a la que no veía desde hace tiempo, pero ya quedaríamos otro día.
Mis padres se fueron, y el dolor fue cesando a medida que el tiempo pasaba. En una hora y media ya solo quedaba del constante dolor un ínfimo pinchazo que me venía cada rato.
Decidí conectarme y chatear un poco, así que entré en mi cuenta, revisé mis contactos en conexión y descubrí que ahí se encontraba el nombre de mi amiga Abie, pero se desconectó justo cuando me dispuse a saludarla. Habría ido a comer, pensé.
Tras hablar con unos cuantos amigos, me di cuenta que Abie me había etiquetado en una foto antes de irse.
En esta salía una pequeña niña en blanco y negro, aun que se vislumbraban bien el color dorado de su pelo, sus dientes pequeños y sus grandes ojos que hacían un gracioso contraste entre sí. En un comentario al pie de la foto se decía que era Abie la protagonista de esta y que la había encontrado en un álbum perdido en su casa.
Esa foto me era muy conocida. Yo tenía la misma foto en uno de los antiguos álbumes de mi familia.
Acabé por encontrarla y la guardé con la terrible sospecha de que los padres de mi amiga la habían mentido, que a lo mejor ella era adoptada, así cuando llegaron mis padres fui corriendo hacia a ellos y pregunté:
  - ¿Por qué Abie tiene una foto mía en su casa y dice que es suya? ¿Es adoptada?
Estos se quedaron mudos de asombro al verme con la foto en la mano y observándoles con una mirada inquisidora y en busca de respuestas. Tan solo dijeron:
  - Dakota, hemos de hablarte de algo...

Capitulo 1:

Por primera vez en mis quince años me pregunto si seré adoptada. No estoy segura, pero hay tantas hipótesis que me hacen pensar que a lo mejor es cierto...
Por ejemplo, el hecho de ser la única con el pelo rubio de mi familia, o el tener un color verde con pigmentos amarillos como el iris de mis ojos, cosa que no es característica de ninguno de mis parientes, o el ser más artística y soñadora que los demás... A lo mejor le estoy dando demasiadas vueltas...
  - Dakota, a cenar- me llama mi madre.
  - Ahora bajo- digo con un deje cansado en mi voz. La verdad es que pensar en todos estos conceptos hace que mi autoestima, baja de por sí en numerosos casos, descienda más aún. Odio no saber las respuestas de mis preguntas, y en estos momentos no tienen.
Mientras bajo sigo meditando en todo esto. Llevo cuestionándomelo bastante tiempo, pero no me decido si preguntarselo a mis padres.
En la cena estuve sin apetito y callada, que fue lo que más hizo sorprender a mis progenitores, ya que Dios me ha dado el don de saber y poder expresarme, y eso es lo que suelo hacer.
  - ¿Ocurre algo cariño?- me preguntaron.
Era mi oportunidad y no debía desaprovecharla, pero cuán difícil era consultarles en este tema, así que callé y con un suspiro dispuse que me dolía la cabeza, que me iba a la cama. Ellos accedieron y subí de nuevo a mi habitación, dónde me asilé gracias a mis cascos y a la música del grupo 30 Seconds to Mars.

Lie awake in bed at night
And think about your life
Do you want to be different?
Try to bet go of the truth
The battles of your youth
'Cause this is just a game


It's a beautiful lie
It's the perfect denial
Such a beautiful lie to believe in
So beautiful, beautiful it makes me...